miércoles, 3 de marzo de 2010

¡Adiós! de W. Whitman ( Traducción J. L. Borges)



Camarada esto no es un libro,

el que toca, toca a un hombre,

¿es de noche? ¿estamos solos los dos?

me tienes a mí y yo te tengo, me sujetas y te sujeto,

salto desde las paginas a tus brazos, la muerte me llama.


Oh, como me adormecen tus dedos,

tu aliento me llega como un rocío,

tu pulso arrulla el tímpano de mi oído,

me inunda de pies a cabeza,

es delicioso; basta.


Basta, oh, acto imprevisto y secreto,

basta, oh, presente que me dejas, basta, oh, tiempo rescatado.


Querido amigo, quienquiera que seas acepta este beso,

especialmente te lo doy. No me olvides,

me siento como aquel que ha terminado la tarea del día y se retira a descansar,

vuelvo a recibir uno de mis innumerables tránsitos,

asciendo de mis avatares; mas otros indudablemente me esperan,

otros esperan por mí.

Una esfera desconocida y más real que la que soñé, más directa,

arroja sobre mí dardos que me despiertan.

¡ Hasta luego ¡

recuerda mis palabras, tal vez yo vuelva,

te amo, abandono lo material,

soy como algo incorpóreo, triunfante, muerto.


4 comentarios:

  1. Es bellisimo,acogedor en su palabra,nostalgico en su final muchas gracias por compartir esta bella poesia mi buen amigo

    Reinaldo

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  2. hola amigo... Mi enhorabuena por tu blog, y por compartir esta poesia tan embriagadora para los sentidos, cada palabra es un susurro a la mente para divagar en imágenes...abrazoss

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  3. Benjamin, estos escritos activan memorias de otras vidas y recuerdos de sueños. Es una selección cuidadosa y sencible que habla muy bien de ti.
    De verdad, muchas gracias por compartir estos momentos de belleza.
    Un abrazo amigo.
    Sergio.

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